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La firma británica Rolls-Royce ha premiado a sus más exigentes clientes con una creación verdaderamente única, un descapotable de sumo lujo bautizado como La Rose Noire Droptail, y que bien prefigura el sucesor del exclusivo Dawn.
Una interpretación moderna del estilo de carrocería roadster, Droptail representa el próximo capítulo de Carrocería Rolls-Royce. Sólo se fabricarán cuatro versiones del automóvil, cada una de las cuales será el resultado de colaboraciones notables entre artesanos de Coachbuild y clientes ambiciosos y visionarios. El primer encargo, Rolls-Royce La Rose Noire Droptail, encarna el encanto de la rosa Black Baccara.
El Rolls-Royce La Rose Noire Droptail adopta la nueva filosofía de diseño más moderna estrenada con el primer modelo de cero emisiones de Rolls-Royce. Sus faros son más finos, más altos y aprovechan el borde del capó para incluir la luz diurna de LED en un fino listón en el borde superior. Incluso la parrilla inferior del paragolpes es completamente nueva, ofreciendo un aspecto más deportivo y diferenciador.
Oscura, atrevida y dramática, La Rose Noire Droptail es un logro extraordinario que simboliza la destilación de experiencias, momentos significativos y preciados objetos de arte de una familia. Elaborado a lo largo de cuatro años, su inspiración central es la rosa Black Baccara, una flor intensa y aterciopelada cultivada en Francia y adorada por la matriarca de la familia.
El Rolls-Royce La Rose Noire Droptail no se parece en nada a lo conocido en la marca, ni a un Rolls-Royce en la parte trasera. La zaga es más que novedosa, creada en base a las peticiones de los clientes más exigentes y fieles a la marca pero conservando rasgos especiales como los de los antiguos Sweptail de principios del pasado siglo. Prueba de ello es la elevación del pilar central para construir un techo de aspecto flotante.
Con 5,3 metros de largo y 2 metros de ancho, las dimensiones exteriores de La Rose Noire Droptail recuerdan las proporciones compactas de los primeros roadsters de Rolls-Royce. Una espectacular línea negativa de la carrocería está esculpida en la carrocería, cayendo desde las ruedas delanteras y animando la mirada hacia los afilados capós de las velas y la parte trasera «caída».
Los pilotos también arrojan un aire radicalmente nuevo en Rolls-Royce, Lo que no es nada diferente de los modelos de la marca son sus inmensas proporciones, porque el Rolls-Royce La Rose Noire Droptail mide 5,3 metros de largo y más de dos metros de ancho. Además, se trata de un modelo de dos plazas con una enorme cubierta posterior para alojar el techo, decorada en negro y salpicaduras de color rojo que contrasta con el atractivo y llamativo color de la carrocería. El mismo utilizado en los revestimientos del interior y la misma decoración en el salpicadero.
La Rose Noire Droptail representa el regreso de la carrocería roadster. Con un acogedor interior de dos asientos, se diferencia de la convención tradicional de cuatro asientos de Rolls-Royce, una novedad en la historia moderna de la marca. Los clientes pueden conducir en dos estilos distintos. El primero, sin el techo, crea una emocionante experiencia al aire libre, característica del roadster. El segundo, con el techo duro instalado, transforma el coche en un apasionante coupé.
El Rolls-Royce La Rose Noire Droptail ha partido de una hoja en blanco, basado en una estructura monocasco de aluminio, acero y fibra de carbono, y que, técnicamente, nada tiene que ver con los Ghost o Phantom.
El motivo abstracto de los pétalos cae en cascada sobre la cubierta de popa, reflejando el parquet interior. Parecido al foque de un yate, dos capotas de vela angulares enmarcan la obra de arte geométrica, se elevan suavemente detrás de las puertas y se curvan hacia los ocupantes. A la sombra, los pétalos de la rosa Black Baccara parecen granada oscura, pero la luz directa expone un rojo intenso con un brillo nacarado. Los colores de la flor forman la paleta de colores primarios de la comisión. La carrocería exterior está acabada en un tono rojo lustroso y complejo, True Love, que captura los colores infinitamente cambiantes de la rosa Black Baccara. Para lograr esta rica variación, a una capa base le siguieron cinco capas de laca transparente, cada una mezclada con un tono de rojo ligeramente diferente. Este proceso de pintura completamente nuevo se desarrolló en 150 iteraciones cuidadosas.
Un modelo del que solo se producirán cuatro unidades, cuyo precio se desconoce, pero que después de cuatro años de trabajo irá a parar a las manos de los clientes que han ayudado a concebirlo.
La esencia de la rosa Black Baccara se extiende al brillo exterior. Un acabado oscuro llamado Hydroshade, desarrollado específicamente para La Rose Noire Droptail, realza la icónica Pantheon Grille, que cuenta con aletas retorcidas en lugar de rectas. Llamado así por su esencia líquida, Hydroshade se inspira en el carácter noire del automóvil y posee una cualidad reflectante que refleja la luz natural. En un discreto floritura, la superficie inversa de las aletas de la parrilla está pintada en True Love, un detalle sutil que sólo es visible a través de un reflejo indirecto. Con una vista íntima del tablero de parquet, el conductor y el pasajero se reclinan en suntuosos asientos decorados en los bordes con cuero Mystery rojo oscuro y cuero True Love rojo claro. Las pieles tienen un acabado con un sutil brillo cobrizo, que evoca la textura nacarada de los pétalos de rosa Black Baccara. El interior envolvente y la posición baja de los asientos refuerzan el carácter romántico del automóvil.
Ellos serán los que disfruten a cielo abierto de sus prestaciones, pues cuenta con el poderoso motor de gasolina V12 de 6.6 litros biturbo y una potencia máxima de 600 CV.
El panel curvo, el tablero y las puertas presentan la expresión más compleja de parquet jamás creada por Rolls-Royce. Formados a partir de 1.603 piezas de chapa Black Sycamore, los triángulos simétricos están puntuados por segmentos rojos asimétricos, creando una obra de arte abstracta de pétalos de rosa que caen y miman al conductor y al pasajero. Las piezas grises conservan el color natural de la madera y fueron elaboradas a partir de varios troncos para lograr una variación tonal. Su montaje requería una concentración tan intensa que el único artesano encargado de crearlo solo trabajaba en sesiones de una hora durante no más de cinco horas por día, asegurando que poseía la concentración necesaria para una ejecución perfecta. Pasaron semanas trabajando en absoluto silencio en un espacio insonorizado, mitigando cualquier distracción. En total, el parquet requirió casi dos años de desarrollo y más de nueve meses de trabajo artesanal impecable.
