Esta edición de GastroPirineus no ha sido una más. Han sido dos jornadas de celebración de una década de pasión por la cocina de montaña, por el producto de proximidad y por esas manos expertas que mantienen viva el alma de la cocina del Pirineo. GastroPirineus 2025 ha cerrado hoy las puertas de su 10a edición en la estación de esquí de La Molina. Y lo ha hecho con la mirada ya puesta en la próxima cita, que tendrá lugar en 2026 en la estación de Boí Taüll, fiel a su espíritu itinerante y de territorio.

Pero antes de pensar en el futuro, hay que detenerse a celebrar lo que ha sido un certamen repleto de momentos inolvidables. Uno de los más intensos y aplaudidos ha sido, sin duda, el cierre estelar a cargo del chef Joan Roca, del prestigioso Celler de Can Roca (*)**, que ha ofrecido una sesión magistral única.

Con el título “Más de 35 años, en viva evolución, con una rutina donde la repetición es belleza y la innovación cadencia”, Roca ha compartido su visión profunda, humanista y poética de la cocina.
A través de una coreografía de equilibrio entre técnica, sensibilidad y respeto por el territorio y las personas, ha adentrado al público en el día a día de su restaurante: “Cocinar es amar, y ese es nuestro objetivo. También se demuestra con eventos como este, donde podemos compartir el amor que sentimos por la cocina y los productos con otros profesionales de todo el territorio”, ha subrayado el chef.
Una cena de altura, a 2.537 metros de altitud
Otro de los grandes momentos de esta edición ha sido la cena de altura celebrada el lunes en el Niu de l’Àliga, a 2.537 metros. Un escenario único para una comida excepcional, cocinada por el Col·lectiu de Cuina Pirinenca de la Cerdanya, con platos arraigados a la tierra, la tradición y la memoria gastronómica de la región.
Los sabores auténticos llegaron de la mano de chefs de los platos tradicionales de montaña elaborados por los cocineros de los restaurantes Cal Jet, Hotel Park Puigcerdà, Hotel Del Prado, El Grau de l’Ós, La Chaumière, Fonda Cal Fuxet, Ca l’Eudald y Schierbeck Restaurant, mientras que el maridaje estuvo a la altura del evento: con un vino singular elaborado especialmente para la ocasión por el sumiller Sergi Figueres (Thunder Wine).
Y el toque final —dulce, espectacular y lleno de imaginación— lo puso Oriol Balaguer, con una escultura-pastel de chocolate de 40 kg, inspirada en las montañas del Pirineo y sus esquiadores. Una obra de arte deliciosa y cargada de emoción, creada expresamente para celebrar estos diez años de trayectoria. Un pastel que no solo cerró la cena, sino que selló la memoria de un evento único.
10 años de cocina de territorio
Este décimo aniversario ha sido un auténtico compendio de la esencia de GastroPirineus. Un evento que a lo largo de estos años ha llevado por prácticamente todas las comarcas del Pirineo sesiones de cocina en directo, enalteciendo el territorio y sus productos. Unas jornadas que han contado con más de 200 cocineros y cocineras, y grandes representantes de la cocina catalana de renombre internacional, y que este año forma parte de las acciones de Catalunya Región Mundial de la Gastronomía 2025.
Así, este lunes y martes, en La Molina, han brillado los cocineros, cocineras y elaboradores del territorio, como los de los colectivos gastronómicos Cuina Alt Urgell, Cuina Pirinenca de la Cerdanya, y la Associació Gastronòmica La Xicoia, así como los equipos de cocina de Vall de Núria y Vallter 2000.
Cocineras como la “gastrosabia” Xusa Peleato, ya jubilada del restaurante El Rebost de Ger, que elaboró un exquisito plato de pato con nabos de la Cerdanya; o Francina Rigat, del restaurante Pont 9, de Camprodon, que presentó, con la ayuda del joven Joan Verdaguer, una cola de potro del Valle de Camprodon y un mar y montaña de pies de cerdo con sepia.
Del Grèmi d’Ostaleria dera Val d’Aran, pasó por el escenario de La Molina Ion Eli Aizpouru, de La Trastienda de Bòssost, para enseñarnos una receta de esturión del Valle de Arán y unos postres con cerveza Refu.

Por su parte, Jaume y Abril Mora (Fonda Farré de Baro), de la Associació Gastronòmica La Xicoia y Slow Food Catalunya, cocinaron diversos platillos con girella, un embutido que demuestra una gran versatilidad culinaria; mientras que Raúl Anquela, del restaurante El Racó de la Vall, del Valle de Ribes, junto con Abdulatif, trajeron unos curiosos platos de montaña como el tártaro de fuet del esquiador, el cordero a la ripollesa con ratafía de Núria y unas farinetas, una comida muy tradicional de alta montaña.

Y desde La Seu d’Urgell, de la mano del Consell Comarcal de l’Alt Urgell, Michael Torres, del Hotel Castell de Ciutat, cocinó diversos platos con la trucha de río del Pirineo, como una sopa fría y una trucha ahumada con yogur de la Reula y calçots.
El producto de la zona también fue gran protagonista en esta edición de la mano de Mia y Marta Vila, de la popular Carnicería Pons de Llívia, que demostraron por qué su pan de hígado tiene el honor de lucir el sello de Girona «Excel·lent».
Y como ya es habitual, chefs de otras zonas del territorio también comparten sus conocimientos culinarios ofreciendo sesiones de autor, como la que ha traído Iñaki Aldrey, del restaurante Atempo*, de Barcelona, en su 00“Cocina viva y dinámica, que se mueve de aquí para allá”, patrocinado por Arròs Bayo.
En definitiva, dos jornadas intensas de cocina en directo y presentaciones de producto, que este año se han celebrado en la Estación de Esquí de La Molina, un entorno privilegiado de la Cerdanya, rodeado de paisajes espectaculares y con una gran tradición en el turismo de montaña y gastronomía de alta calidad. Porque “GastroPirineus es un evento transversal que quiere dar visibilidad a todas las comarcas del territorio y que sirve como eje vertebrador, pero también como desestacionalizador del turismo de montaña”, tal como
subrayó Lluís Bofill, director de GastroEvents, impulsor de las jornadas.
El certamen, que cuenta con el apoyo de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, tendrá lugar de nuevo en 2026 en una estación de esquí catalana (anteriormente se ha celebrado en Vallter 2000, Port Ainé y Vall de Núria), que, tal como anunció este lunes Carles Ruiz, director de Ferrocarrils de Catalunya, será la de Boí Taüll.
Una década manteniendo viva la cocina de los Pirineos
GastroPirineus nació en 2016 de la mano de GastroEvents, con el objetivo de dar a conocer la cocina y el producto de las zonas de montaña, y poner en valor la cocina tradicional y autóctona de los Pirineos, elaborada con productos de cada una de sus comarcas, así como también poner en valor a los cocineros y cocineras que mantienen este patrimonio gastronómico que aporta identidad al territorio.
Así pues, a lo largo de los años, GastroPirineus, con sus sesiones de cocina en directo que siempre pueden seguirse vía streaming por el canal de Youtube de GastroEvents, ha puesto al alcance del público recetas, elaboraciones y técnicas que cocineros y cocineras de todo el país aplican en sus restaurantes. Por estas sesiones han pasado, de hecho, los mejores chefs del territorio, como Carme Ruscalleda (que ostentó hasta 7 estrellas Michelin); Carles Gaig (Gaig); Fina Puigdevall (Les Cols ** y * verde); Xesc Rovira (Fonda Xesc*);
Eduard Xatruch (Disfrutar*); Joel Castanyé (La Boscana * y * verde); Martí Comamala (539 Plats Forts); Nandu Jubany (Can Jubany*); Oriol Rovira (Els Casals * y verde); Víctor Torres (Les Magnòlies* y Quirat*); Jordi Juncà (Ca l’Enric*); Jeroni Castell (Les Moles*), Rafel Muria (Quatre Molins*); Núria Bonet (Ca la Núria); Eli Farrero (El Ventador), entre muchos otros.
Desde sus inicios se planteó como un encuentro profesional itinerante, por lo que, año tras año recorre las diferentes comarcas de los Pirineos acercándose al público de cada lugar y facilitando así la participación de profesionales y de público aficionado. Unas sesiones de cocina que son posibles, también, gracias al apoyo de empresas como Arroz Bayo, Estrella Damm, la DOP Oli Terra Alta, o Grupo Rull, entre otros.