Anna Ralb, compositora, productora y cantautora acaba de publicar el primer single “Final Feliz”, del que será su nuevo álbum, Onomástika. Una oda al amor propio y a la independencia personal. 

Es curioso cómo, desde pequeños, se nos intenta inculcar que la felicidad la tenemos que buscar en el exterior. Que uno necesita del amor de los otros para poder sentirse lleno. Pero, ¿es eso realmente así? ¿Tenemos que creernos todo lo que aparece en las películas de la factoría Disney?

 

Después de un tiempo de reflexión y de un proceso de autoconocimiento, Anna Ralb ha descubierto que, efectivamente, la respuesta es un no rotundo. La madurez y la experiencia le han hecho ver que la clave para poder llegar a obtener un final feliz la tenemos nosotros mismos. Simplemente hace falta que nos queramos tal y como somos. Porque una rosa es bella a pesar de contar con un tallo lleno de espinas.

 

De este modo, a través de una sonoridad que se mueve entre los ritmos urbanos y las producciones lo-fi, la artista barcelonesa ha escrito “Final Feliz”, una oda al amor propio. Una canción en la que la cantante pone de relieve el cuidado de uno mismo, para conseguir alcanzar un estado de independencia que le permita ser feliz sin necesidad de depender de factores externos. Y es que aprender a querer nuestro interior nos ayudará a valorar nuestro exterior.

 

El viernes 28 de abril, Anna Ralb presentó este nuevo sencillo en directo en La Conxita de Sants, de Barcelona. Un concierto que se celebró el mismo día en el que vio la luz una nueva colaboración entre la artista y John Squalo.

 

Anna Ralb es una compositora, productora y cantautora nacida en Barcelona, hija de padre malagueño y madre catalana. Sus canciones tratan sobre el enfrentamiento a miedos e inseguridades a través de sonidos electrónicos e influencias de la música clásica con el objetivo de juntar la modernidad y la melancolía, lo clásico y puro.

 

Formada en el Liceo en lenguaje musical, violoncelo y canto lírico, le da una base clásica que hoy es fundamental para sus canciones y su signo artístico. Vivió en Londres y en Berlín, donde le influencia de manera muy importante la fusión musical y el arte de esas ciudades. En ese momento, decide formarse en producción musical.

 

En 2020, estrena su primer single, Happy for u, donde expresa el dolor de una pérdida desde la belleza. El dolor se convierte en símbolo de un amor puro, que permite la separación para encontrar más adelante la felicidad. Después la siguen los temas Mama, Blind y Truth, que expresan diversas facetas de los procesos de reconstrucción tras pérdidas y el recuperar esa inocencia y amor por la vida. Las cuatro canciones representan odas a la resiliencia.

 

En Julio de 2022, lanza su primer álbum en español “Las Grietas” un tributo al arte japonés del Kintsugi, que trata sobre las grietas, miedos y defectos que sin lugar a dudas nos hace singulares y auténticos. Por ese motivo, Anna Ralb defiende mostrar las grietas, exaltarlas y darles valor.

 

“Las Grietas” nos habla, desde un enfoque íntimo y personal, de las grietas de la artista, con el objetivo de redefinir el concepto de belleza, de vida y de muerte, de amor y desamor, dándole un sentido a esos momentos de caídas y roturas, desde un enfoque inocente, sincero y juvenil, con toques de estilos urbanos y electrónicos sin perder la magia de la sencillez de lo clásico.